Quiero ser el mejor

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Acababa la enorme “Cuenta Conmigo”, de Rob Reiner, con Richard Dreyfuss escribiendo en su ordenador:

“Nunca he vuelto a tener amigos como los que tuve cuando tenía doce años, Dios mío ¿los tiene alguien?”

Me viene esta frase a la cabeza con la reciente victoria de Adrián Mateos hace un rato en el evento HU de 10k$ que le da su tercer brazalete de las World Series Of Poker.

¿Que qué tiene que ver la frase con ésto, os preguntaréis?

Pues pensaba mientras veía a Amadi jugar el Heads up, que nunca se tienen las ganas de conseguir los sueños como cuando se tienen 20 años. Y esas ganas se le ven a Adri a kilómetros.

Y a mi, desde mi cómoda situación de padre funcionario con su bartola cervecera, me vienen a la cabeza mis 20 años en Madrid, cuando no había otra cosa en el mundo que no fuese actuar, cuando sólo importaba el teatro, el cine y la televisión y nada más. Ya podían venir mis padres, hermanos o amigos a decirme que debería acabar la carrera de derecho, que en el mundillo de la actuación era muy difícil ganarse la vida, que no fuese tonto y asegurase mi futuro, que me daba igual. Cuando uno tiene los sueños tan claros, no importa lo que le digan que no escucha a nadie. Sólo se es fiel a las tremendas ganas que uno tiene de comerse el mundo.

Yo quería ser el número uno. Quería ser el primero en conseguir retos imposibles. Quería ser el primer español que trabajase con Woody Allen. Quería ser el primero en ganar un Oscar. Quería ser el primero en todo, y para conseguirlo hacía falta mucho trabajo y esfuerzo, y además, mucho talento, y con el tiempo he visto que no me sacrifiqué lo suficiente. Estaba en la media. Era uno más. No di mi 100% y me perdí en otras cosas tan nimias como vivir el día a día y no perderme ningún plan que se me cruzase por delante, quitándole muchas veces tiempo a la actuación. Y ojo, que para muchos esa es la opción correcta… Os dejo a vosotros que lo decidáis.

A mi poco a poco la “vida” me fue absorbiendo con sus tentáculos y se ha encargado de colocárme en el redil de la comodidad. En el sitio del español medio con su trabajo, hipoteca, mujer e hijos. Yo de vez en cuando cabeceo cabreado, como potro que intenta liberarse del bocado que lo lleva a donde le dicen, pero vamos, me rendí hace tiempo… O igual no es justo que diga eso. Simplemente perdí la pasión con la que miraba las cosas con 20 años.

Recuerdo una conversación con Adri en 2013 en Valencia, poco después de haber ganado el Estrellas de Madrid.

Da miedo ver tanta ansia de victoria en unos ojos. Resultaba incluso tierno ver como lo único que le importaba era ser el mejor. No cabía otra opción. Y lo tenía muy, muy claro con tan sólo 19 años.

Yo, rancio viejuno, me encargué de hacer la función que hicieron mi familia y amigos en su día conmigo, diciéndole que no iba a ser un camino fácil y que debería tener un plan de emergencia, y que blablabla… Y yo lo único que veía en esos ojos es “Quiero jugar, jugar y jugar. Y en España no puedo”. Así que se fue y siguió jugando y ganando. Y soñando. Y fijándose metas. Y visualizando. Y hablando de “El secreto”. Y aguantando a muchos reírse de sus sueños.

Me da pena, la verdad, decir que he escuchado a más gente decir que todo lo que ha conseguido Adri se debe más a la suerte que a la habilidad. Pues os confundís quienes pensáis así. Y lo digo bien alto. Lo ha conseguido con habilidad, esfuerzo y con un par de huevos y una mentalidad algo obsesiva, también tengo que decirlo.

Recuerdo en un EPT en Viena de tener que sacarlo de la habitación porque sólo quería jugar online. “Adri coño! Que estás en Viena! Vamos a la calle, ya jugarás la semana que viene!” Ahí he de reconocer que «Pet» era más equilibrado entre juego/turismo 😊 , Pero Adri, erre que erre con conseguir su sueño, encabezonado con sus 20 años.

Y por eso ha llegado a donde ha llegado. Casi nadie es capaz de dedicarse a algo en cuerpo y alma, casi renunciando a familia y amigos, casi renunciando a “vivir”, por conseguir su sueño y lograr sus metas. Y Adri, lo ha hecho.

Y las está consiguiendo todas. Primer español en conseguir un EPT, primer español (sin contar a Mortensen) en conseguir un brazalete y primer jugador de la historia en conseguir 3 brazaletes con 22 años. Casi nada. Y esta última hazaña durará muchos años, sobretodo si se tiene en cuenta que no se pueden jugar las WSOP (menos las de Europa) hasta que no se tienen 21 años.

Un último apunte.

Tengo el recuerdo de Adri mosqueado cuando lo eliminaron del main de las WSOP recién cumplidos los 21 años. Muchos se habrían conformado con entrar en premios y con quedar el 750 en el mejor torneo del mundo. Pero él no. Él quería ser el jugador más joven de la historia en ganar el Main Event, y sabía que no habría otra oportunidad. No lo consiguió y le jodió. Pero en seguida se levantó y se puso otra meta casi imposible y la consiguió al año siguiente ganando un brazalete. La de veces que lo habría visualizado! Pero visualización sin esfuerzo, no sirve para nada. No vale con ser el segundo. Hay que pensar en ganar siempre.

Amadi no sólo quiere ser el mejor, sino que quiere batir todos los récords y que éstos éxitos queden escritos para la historia. Como Alonso, Como su querido Nadal. Por eso es único. Por eso es el Rafa del poker. Por eso celebran los puntos y las manos que ganan con ese “Vamos!”

Nunca dejes de soñar y de plantearte metas Adri, porque éste juego es así de jodido, y sin metas y sin motivación, no se llega a nada.

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